La vulnerabilidad es una característica humana que se puede manifestar tanto en la vida personal como en la profesional. En la vida, la vulnerabilidad se refiere a la capacidad de una persona de experimentar emociones intensas, tanto positivas como negativas, y de ser consciente de su propia fragilidad. Esto puede hacer que una persona se sienta expuesta o indefensa, lo que puede generar ansiedad o miedo.
En lo profesional, la vulnerabilidad puede manifestarse de varias maneras. Una de ellas es la sensación de inseguridad al enfrentar nuevos retos o situaciones desconocidas. Otra forma en que la vulnerabilidad se puede manifestar en el ámbito laboral es a través de la necesidad de pedir ayuda o apoyo a colegas o superiores.
Aunque a menudo se percibe la vulnerabilidad como una debilidad, en realidad puede ser una fortaleza. Al ser conscientes de nuestras limitaciones y emociones, podemos conectarnos con nosotros mismos y con los demás de una manera más auténtica y significativa. En el ámbito profesional, la vulnerabilidad puede ser una oportunidad para aprender y crecer, y para establecer relaciones más cercanas y colaborativas con los demás.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la vulnerabilidad también puede ser utilizada en nuestra contra por otras personas, ya sea en la vida personal o profesional. En mi caso, he de confesar que, curiosamente en los momentos de mi vida donde me he sentido más vulnerable, me he llevado grandes decepciones de personas que creí sensibles y empáticas, a nivel profesional y personal. Con esto quiero decir que la vulnerabilidad a veces no es bien recibida, ni entendida, por lo que tenemos que establecer nuestros límites de una forma mucho más clara y saber ver un contexto seguro para compartirla. Yo soy de la opinión de que antetodo, hay que ser sincer@ con uno mismo y con los demás, si tengo miedo, si me siento perdida, insegura, vulnerable, me presento tal cual, pero sabiendo que eso es también una forma de poner mi protección: “-¿hola? estoy vulnerable, mírame y escúchame con amor, porque en este momento te abro mi corazón y no quiero nada tóxico.-” . Ciertamente es importante encontrar un equilibrio entre ser auténtico, sincero y vulnerable, para protegerse a uno mismo de posibles daños o manipulaciones.
En resumen, la vulnerabilidad es una parte inherente de la vida humana y puede manifestarse tanto en la vida personal como en la profesional. Aunque a menudo se percibe como una debilidad, puede ser una fortaleza que nos permite conectar con nosotros mismos y con los demás a un nivel mucho más profundo y enriquecedor, pero también debemos ser conscientes de que es necesario observar y saber elegir a quién compartir nuestro preciado tesoro, algo que no debemos compartir a cualquiera, o a cualquier precio, desde luego.
¿Y tú? ¿Compartes tu vulnerabilidad o te la guardas para ti? ¿Cómo recibes la vulnerabilidad cuando la ves en otra persona?